Valentina cumplía 4 años y, como toda niña de esta edad, estaba encantada con el mundo de las princesas. Castillos, carruajes, hadas madrinas y el príncipe transformado en rana no podían faltar. El color principal: el rosa, claro, en diversas tonalidades. Para completar, una mesa de chuches deliciosas, unos cupcakes decorados y un pastel lindo con lazos y flores.
Como lo veis? Os gusta el tema?
No hay comentarios:
Publicar un comentario